En la tarde de ayer se bendijo la Presea y el acto fue presidido por el Obispo Demetrio Fernández en la Iglesia de Santa Marina.
La corona sigue un estilo Barroco con ornamentos vegetales, florales y con diferentes cartelas.
El canasto está dividido en seis caras, a modo de pilastras con terminación de pináculo, en las cuales se representan en el frontal a Jesucristo en el centro y a los profetas Jeremías y Zacarías a ambos lados y en la trasera podemos observar a San Juan Evangelista en el centro y a los profetas Joel y Ezequiel en los laterales.
Además, está compuesto por seis imperiales ricamente decorados, colgando de su eje interior una montera haciendo alusión a su barrio de tradición torera.
De los imperiales sale la orbe del mundo en piedra lapislázuli con un meridiano de circonitas engastadas, y a su vez la Cruz de Cristo con agua marinas.
La ráfaga juega con entrantes y salientes con cartelas y pedrería de aguamarinas, rayos plisados y flamígeros, además de estrellas totalmente caladas para dar mayor transparencia al conjunto. La ráfaga lleva dos cartelas basadas en la ornamentación de la fachada de la parroquia de Santa Marina.
Cada cartela lleva pinturas de la vida de la Virgen María, representación de San José, Santa Ana, San Joaquín y Santa Isabel, realizadas todas ellas por D. Rafael Cervantes, gran retratista autóctono de Córdoba.
Culminando la corona tenemos el anagrama de María en plata en su color con rayos plisados y como cúspide, el Espíritu Santo con destellos de rayos, símbolo de la Resurrección de Cristo.
Desde estas líneas queremos mostrar nuestro agradecimiento a la Hermandad (D. Paco Mora, D. Curro Ruiz, y D. Eduardo, vestidor de la Imagen) y, sobre todo, al grupo humano que conforma Orfebrería Bernet.
